A medida que nos acercamos a la era de la inteligencia artificial, la creciente demanda de datos se convierte en un punto crucial en la evolución tecnológica. El éxito radica en una meticulosa gobernanza de los datos y en la elaboración de una estrategia para equilibrar la gobernanza con el acceso en la inminente era de la innovación. En este contexto, el modelo federado para la gobernanza de datos moderna está ganando terreno gracias a su cambio desde el control central. Este enfoque innovador implica un sector representativo de profesionales que supervisan la gobernanza de los datos y redefinen el panorama tecnológico con una estrategia transformadora y colaborativa.
En el ámbito de la gobernanza de datos, un enfoque federado implica una colaboración entre equipos de TI centralizados y equipos a nivel de dominio que producen datos dentro de su dominio. Un dominio puede abarcar varias facetas, como una línea de negocios, una función comercial o una geografía. Los dominios se definen por un contexto delimitado, lo que básicamente significa que cada dominio opera con un rol distinto y se basa en términos y reglas únicos para lograr sus objetivos de la manera más eficiente posible. Estas reglas, términos y objetivos definen los límites de un dominio. Por ejemplo, Otis Elevator Company vende ascensores en el dominio del Reino Unido y elevadores en el dominio de los EE. UU. Este enfoque garantiza una gestión personalizada y eficiente de los datos dentro de diversos contextos operativos.
Los dominios de ventas y soporte también tienen sus objetivos, reglas y términos. Como se muestra a continuación, el cliente y el producto tienen diferentes roles en los contextos de ventas y soporte. Esta distinción implica que un cliente en el dominio de ventas puede tener un significado ligeramente diferente al de un cliente en el contexto de soporte. Gestionar eficazmente esta superposición es una función fundamental de la gobernanza federada.
En un enfoque de gobernanza federada, los equipos de TI y de nivel de dominio tienen funciones específicas. El equipo central de TI administra las políticas de gobernanza de alto nivel aplicables en todos los dominios y aplica estándares para garantizar una interoperabilidad perfecta. Por otro lado, los equipos de dominio se centran en políticas específicas para los datos que recopilan y administran dentro de su dominio.
Básicamente, TI crea marcos flexibles que permiten a los dominios gestionar sus datos de manera eficiente, alineándose con sus necesidades únicas y sin salirse del marco de gobernanza más amplio. Este enfoque es la piedra angular de una arquitectura de malla de datos moderna, que fomenta una mayor agilidad y facilita un acceso más amplio a los datos en toda la organización.
La adopción de un enfoque de gobernanza federada para la gestión de datos ofrece varios beneficios, en particular al permitir arquitecturas más distribuidas.
Al implementar la gobernanza de datos federada, las organizaciones pueden establecer sistemas distribuidos que no solo sean más ágiles e innovadores, sino también más eficientes y seguros.
A diferencia de las estrategias típicas de gobernanza de datos, en las que el departamento de TI es responsable de garantizar la seguridad, privacidad, precisión, disponibilidad y facilidad de uso de los datos, la gobernanza federada descentraliza este control. El enfoque tradicional de solución única, aunque es más sencillo para gestionar la complejidad en todos los dominios y al mismo tiempo garantizar la integridad de los datos, puede ser demasiado restrictivo y dificultar el acceso de los usuarios legítimos a datos valiosos.
La naturaleza reacia al riesgo de las TI suele dar lugar a políticas estrictas que limitan la accesibilidad y la facilidad de uso de diferentes conjuntos de datos. Una gobernanza de datos demasiado restrictiva puede provocar, sin darse cuenta, vulnerabilidades de seguridad, ya que los usuarios encuentran soluciones alternativas a políticas que no satisfacen sus requisitos. En una era en la que el acceso a datos fiables es imperativo para las organizaciones, quienes imponen limitaciones pueden encontrarse en desventaja competitiva.
Al reconocer que las distintas funciones y geografías empresariales tienen políticas y regulaciones únicas, la gobernanza federada coloca a quienes recopilan y comprenden mejor los datos en una posición mucho mejor para gestionar las reglas de gobernanza. Por ejemplo, el cumplimiento del RGPD solo es relevante en la Unión Europea, y las distintas empresas tienen distintos umbrales de calidad de los datos.
Incluso dentro de los conjuntos de datos, algunas columnas pueden contener datos de identificación personal, mientras que otras no. La gobernanza federada permite a los equipos de dominio gestionar las reglas de gobernanza en función de su conocimiento intrincado de los matices de los datos y las necesidades comerciales específicas. Esto les permite aplicar controles de acceso detallados, lo que permite el acceso selectivo a columnas confidenciales dentro de un conjunto de datos.
Por ejemplo, en el ámbito de los seguros, las autoridades pueden ocultar columnas sensibles dentro de una tabla para otorgar acceso a los departamentos de ventas y marketing sin exponer información confidencial, lo que facilita segmentaciones de mercado más precisas y estrategias de ventas específicas. En el ámbito financiero, se pueden aplicar de forma selectiva reglas específicas que regulen los datos financieros sensibles, evitando restricciones innecesarias sobre información menos sensible y preservando el acceso a datos valiosos.
Además, los equipos de dominio, que poseen un conocimiento profundo de los procesos de recopilación de datos, también saben dónde sus datos pueden tener debilidades o problemas de calidad y, lo que es más importante, por qué los conjuntos de datos tienen problemas específicos. Esta información les permite controlar cómo ciertos profesionales utilizan los datos, limitando el acceso a las columnas específicas que causan los problemas.
En esencia, un enfoque de gobernanza federada permite a las organizaciones optimizar el acceso, la seguridad y la facilidad de uso de los datos al descentralizar el control y alinear la gobernanza con los requisitos únicos de diversos dominios.
Al otorgar a los dominios empresariales la autoridad para tomar decisiones en sus áreas de especialización, se logra una mayor agilidad en los procesos. Esta autonomía permite a los operadores adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes sin tener que solicitar permisos al departamento de TI central. Por ejemplo, los equipos de ventas y marketing pueden responder rápidamente a nuevas oportunidades, ya que ya no necesitan la aprobación del departamento de TI central para acceder a los datos pertinentes. Este enfoque descentralizado permite a los equipos de I+D explorar nuevos conjuntos de datos comunicándose directamente con los equipos de dominio más accesibles sin tener que esperar a obtener la autorización del departamento de TI central.
Dado que los departamentos de TI suelen estar sobrecargados, delegar la toma de decisiones a los dominios no solo acelera los procesos, sino que también reduce la carga de trabajo de estos equipos. Además, esta mayor autonomía también empodera a las personas, fomentando una mayor participación y compromiso.
Si bien la gobernanza de datos federada promete varios beneficios, implementarla puede ser complicado y requiere una estrategia bien definida.
El desafío inicial consiste en definir claramente las funciones y responsabilidades de cada dominio. Para evitar la superposición de dominios y mitigar los conflictos y las redundancias, el departamento de TI central debe desempeñar un papel fundamental a la hora de determinar qué dominios son responsables de qué conjuntos de datos.
Para tener éxito es fundamental mantener el equilibrio adecuado entre una gobernanza central limitada y la autonomía de los dominios. La gobernanza central debe asumir la responsabilidad de aplicar estándares que garanticen la interoperabilidad entre dominios. Si los grupos implementan diferentes pilas de tecnología que no son interoperables, existe el riesgo de crear nuevos silos de datos, lo que anularía el propósito de derribar los existentes.
Para generar confianza en los datos compartidos es fundamental garantizar estándares de calidad de datos en toda la empresa. Estos requisitos deben ser definidos y aplicados por el departamento central de TI. Es necesario establecer un marco tecnológico central y reglas de gobernanza que se apliquen rigurosamente.
Al transitar su camino hacia la gobernanza de datos federada, las organizaciones pueden tomar de manera proactiva medidas concretas para garantizar una transición sin problemas.
El establecimiento de marcos de trabajo es fundamental para la gobernanza de datos federados. Estos marcos de trabajo deben ser inteligentes y atender las necesidades de ambos dominios y de la TI central. El enfoque debe estar en determinar quién está en la mejor posición y tiene más conocimiento para implementar mejor las reglas, en lugar de que los diferentes departamentos compitan por el control. Además, los marcos de trabajo deben poder adaptarse a la evolución de la tecnología y a los cambios del entorno para garantizar una eficiencia constante.
Como el control y la autoridad se distribuyen en toda la organización, las disputas son inevitables. ¿Qué sucede cuando varios dominios ejercen autoridad sobre un conjunto de datos en particular? Antes de embarcarse en la federación de datos, debe existir un sistema predefinido para resolver disputas, similar al establecimiento de un sistema judicial en la Constitución de los Estados Unidos para asuntos legales.
En un sistema federado, la autoridad se distribuye entre una amplia gama de personas. Para tener éxito, estas personas deben comprender cuáles son sus responsabilidades. Documentar los roles y las responsabilidades ayuda a reducir la confusión y garantiza que cada individuo comprenda sus deberes específicos para una gobernanza exitosa.
Reconociendo que no existe una estrategia de gobernanza de datos federada que se adapte a todos, las organizaciones deben permitir la evolución. Un centro de excelencia puede servir como repositorio de las mejores prácticas, capturando lo que funciona bien e identificando áreas de mejora. Este eje central promueve la mejora continua de los procesos en toda la organización.
Una plataforma central de malla de datos puede resultar beneficiosa para respaldar una estrategia de gobernanza de datos federada. Esta plataforma sirve como base tecnológica y establece el estándar de interoperabilidad. La gestión de los controles de gobernanza de forma independiente, pero utilizando tecnología y controles similares, refuerza un marco federado. La plataforma se convierte en el mecanismo para definir dominios, lo que garantiza la cohesión y la eficiencia en la estructura de gobernanza general.